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viernes, 18 de mayo de 2012

Conclusiones

En general, el periodo de entreguerras se define como un periodo de crisis. Como hemos visto en las diferentes entradas del blog, esta afirmación no va tan desencaminada: vemos cambios relevantes desde la política hasta la cultura, pasando por la economía, las ideologías i la sociedad.
En la economía, se tendrá que combatir el devastado territorio europeo, el cual adoptará medidas proteccionistas i exprimirán sus colonias africanas, mientras que se consolida una nueva primera potencia mundial, EEUU, que otorgará créditos a Europa para su propio beneficio. Con esta nueva potencia al mando, se iniciará una política pacifista que tenía que favorecer a todos; para conseguir esto, debía reconocer las minorías étnicas, hacer nuevas fronteras, firmar el Tratado de Versalles i crear el organismo internacional de la Sociedad de Naciones (en la cual nunca entrará). Aun así, mientras los EEUU vivían los Felices Años 20, Europa se encontraba en ruinas por todo lo sucedido; debía enfrontarse a altos índices de paro, combatir la inflación, construir refugios por los que habían perdido viviendas, reconstruir los núcleos de las ciudades que habían sido dañados, luchar por unas fronteras favorables, etc. Esta situación llevaría a un odio y resentimiento por la poca eficacia de las democracias delante los problemas y, por lo tanto, comenzaron los extremismos políticos.
Extinguidos los antiguos imperios, nos encontramos: un nuevo régimen que se oponía al capitalismo en Rusia, un Imperio turco que le quedan los días contados y que desembocará en un mosaico de Estados árabes bajo dominio europeo y, por último, un Imperio austrohúngaro que se descompondrá dando lugar a nuevos Estados. Mientras que la nueva URSS seria una sede para la Tercera Internacional y un foco que temerán varios Estados, el antiguo imperio turco finalmente se sometía a Occidente, creando nuevas colonias, dominios y protectorados que serían controlados, mayoritariamente, por Inglaterra y Francia. En el antiguo Imperio austrohúngaro, se daría paso a nuevos regímenes en forma de democracia, que, con el tiempo, se vería que no acabarían de cuajar. El motivo de esta falta de consolidación en las nuevas democracias era: la falta de una formación educativa en gran parte de la población, la falta de una clase mediana unida, la influencia del sector nobiliario y militar, la mala reputación de la democracia como algo ajeno e impuesto... No obstante, las viejas democracias serían las que intentarían que estos países no se volvieran extremistas; cosa que, con el tiempo, no podrían conseguir. Hasta entrada la década de los 30, estas fronteras europeas seguirían casi intactas.
También, el crack de 1929 supondría un antes y un después en la historia de la democracia; ambiguamente, se le suele dar todo el peso de la crisis de entreguerras y se usa como factor principal de la Segunda Guerra Mundial, pero, como hemos visto en las anteriores publicaciones, vemos que ha habido muchos más motivos y no solo económicos. El por qué de este hecho se remonta en la teoría cíclica de la economía, que, pasado el territorio de auge económico en los EEUU, habría el gran punto de inflexión que sería el Jueves Negro. Esta crack tenía origen, en parte, en los créditos que Europa debía devolver a los EEUU tras la Gran Guerra, y, por eso, una vez entrada la recesión económica en los EEUU, se trasladó a Europa. La única solución que había en este periodo de crisis económica de Occidente era quebrantar una de las leyes del liberalismo económico: la no-intervención del Estado en asuntos económicos; además, se hacía petición de abrir el mercado mundial y acabar con las medidas proteccionistas de algunos Estados.
El Tratado de Versalles resultará ser uno de los factores que propiciará el ascenso de los fascismos, en especial, el alemán. Este tratado arremetía fuertemente Alemania: reducía a 100.000 el máximo de efectivos militares, no permitía que tuviera bases militares, imponía una carga económica muy fuerte, imposible de pagar y que debía indemnizar a los países ganadores, perdía territorios en su frontera, etc. Por otro lado, Italia esperaba ansiados territorios al norte que no se le darán como ella esperaba, aunque fuese de los ganadores. Esto hizo crecer estrepitosamente la ira del pueblo: la inflación crecía, el paro no tenía frenos, los salarios bajaban, los horarios aumentaron de horas ligeramente, no se tenía en cuenta el proletariado, etc.; el conjunto de consecuencias mencionadas hizo que la sociedad adoptara una actitud extremista, de derechas o de izquierdas, pero casi siempre favoreciendo un autoritarismo, incluso, en menor medida, en las antiguas democracias de Francia e Inglaterra. Lógicamente, esta crispación de la sociedad se traduciría, pronto, en huelgas y, ocasionalmente, actos violentos. La efectividad del Tratado de Versalles duraría, a mucho estirar, trece de los veinte años que forman el periodo de entreguerras.
Lo que en un principio en Europa era la voluntad de una paz duradera, pronto cambiaría a una actitud agresiva propiciada por los políticos extremistas. Primeramente, había habido una gran pérdida de vidas, en gran parte hombres, que suponía un repertorio de lugares de trabajo para cubrir; se recurriría, en contra del modelo tradicional de familia, a que la mujer se ocupara de ir a trabajar para subsistir a las familias. Se adoptó, en general, el, teóricamente, mejor régimen para la paz: la democracia parlamentaria; así, la sociedad prefería que las tensiones y malentendidos se solucionaran firmando acuerdos. El organismo que se debía ocupar de que todo fuera bien era la Sociedad de Naciones, pero esta presentaba una serie de grietas: con el tiempo se ablandó, no era obligatorio el ingreso ni había ninguna presión internacional, había países que entraban y salían a su voluntad (por ejemplo, Alemania duraría siete años y Japón se retiraría habiendo ocupado Manchuria), las regiones que estaban bajo su tutela serían burladas, etc.; lo que lleva a pensar que una de las bases para garantizar la paz desde el principio ya tambaleaba al estar mal configurada.
Aunque, generalmente, hablemos de periodo de crisis, también es cierto que entonces se dio un ligero paso adelante en el tema del voto, haciéndose popular el sufragio universal masculino y poco a poco el femenino también, y en la educación, que se intentaba garantizar en todo Occidente una mínima formación a la sociedad.
Finalmente, mencionaré un tema clave para este periodo que comprende veinte años: los fascismos, el atractivo comunista y el surgir de los autoritarismos. Los primeros nacerían y morirían en el periodo de entreguerras, ya que, a diferencia de los demás autoritarismos, estos tenían como objetivo el control por completo del Estado, penetrar en la mente de la sociedad, exaltar las razas, practicar la xenofobia y hacer uso de una rígida autocracia. Efectivamente, estos tipo de regímenes están representados por el fascismo italiano de Mussolini y el nacionalsocialismo alemán de Hitler. Ambos estarían estrechamente vinculados al poder militar, del cual harán uso continuamente, pero, mientras que Hitler llegará al poder mediante las urnas, Mussolini lo haría a través de un golpe de Estado. Ambos prometían defender única y exclusivamente a su pueblo, prometían la salida de las crisis económicas, hacían uso de la superioridad nacional junto con el desprecio de lo ajeno, aplastarían y liquidarían la oposición además de hacerlo encontrando la legitimidad en su pueblo, pretendían la unión de todos los pueblos de una misma cultura en una nación ("espacio vital") y someter a los demás, discriminarían y ejecutarían a colectivos históricamente menospreciados (judíos, homosexuales, disminuidos psíquicos...), etc.; lo mejor de todo es que los que debían garantir la paz y teóricamente llevaban las riendas del mundo, permitirían la existencia de estos regímenes y las atrocidades que cometían, aun cuando afectaba a las propias potencias mundiales. Por otro lado, tenemos los autoritarismos, que se levantaban como forma de protesta mediante un golpe de Estado, y permanecían el poder sembrando, también, el pánico en la sociedad. Estos autoritarismos presentaban muchas diferencias entre ellos, ya que encontramos los fascismos dentro de ellos, el régimen socio-cristiano del Canciller Dollfuss, el autoritarismo griego de Metaxas, el autoritarismo español de Primo de Rivera y Franco, etc. Estos autoritarismos alternativos, siempre configurados con la ayuda del sector militar, pronto se verían influenciados por la sombra de los fascismos y, en el este, de la URSS. Mientras que los fascismos eran claramente de tendencia política ultraderechista y los autoritarismos, en general, eran de derecha, la gran excepción y que sería temida en todo el mundo sería la URSS. Este Estado comunista, que pretendía una democracia ideal y sin representantes, había resultado ser un territorio que practicaba el autoritarismo pero que había tachado el capitalismo. El territorio que ocupaba gran parte del continente eurasiático se había declarado, desde 1917, una república donde no había propiedad privada de los bienes de producción, se había dividido dentro suyo en un repertorio de repúblicas, había logrado la igualdad, en todos los sentidos, de los individuos que habitaban en ella, adoptaría un modelo autocrático y, en general, se mostraba al mundo como potencia alternativa al capitalismo y que luchaba por la clase obrera. Este último punto la convertiría en la nueva sede del movimiento obrero, que iniciaría la Tercera Internacional y que daría fuerza a todos aquellos partidos políticos socialistas y comunistas y sindicatos. No obstante, ni uno de estos autoritarismos comentados podría usar el argumento de no haber hecho uso de la fuerza ni, tan solo, de no haber matado a cientos y miles de personas.
El inicio de la Segunda Guerra Mundial suponía la soberbia sin límites de las potencias del Eje y la determinación de las democracias a no seguir cediendo y mostrándose blandas; además, significaba el fin del periodo, teóricamente, pacífico conocido como entreguerras. 

1 comentario:

  1. Aburrido y difícil de leer, el formato y el fondo lo hacen pesado y no otorga mucha información

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