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martes, 15 de mayo de 2012

Aspectos Políticos II: Ascenso de las dictaduras en la Europa de entreguerras

Después del Tratado de París, el cual hemos explicado en la anterior publicación, Europa quedó establecida en 28 estados. Lo que nos es interesante es destacar que justo antes de la 2ª Guerra Mundial, tan sólo Francia, Gran Bretaña y pequeños países del norte son democráticos. Por lo tanto, la ilusión de paz y de nuevo orden europeo que se esperaba después de la Gran Guerra.

La democracia, ese sistema de gobierno que se estableció como homogéneo en Europa a partir del 1919 fracasó, y fue sustituida por sistemas denominados fascistas, en el caso de Hitler y Mussolini; y por otros denominados como conservadores o tradicionalistas, y que apoyaban a los regímenes fascistas.
Pero, ¿Qué se entendía por democracia? La democracia era aquel sistema de gobierno representativo por un parlamento, con sufragio universal masculino y con amplios derechos individuales.

Estas democracias tuvieron lugar en países con poca tradición democrática, por lo tanto hablamos de un sistema de gobierno nuevo para muchos de estos. Y es, sin duda, una de las principales causas de su poco éxito.
Otros problemas fueron los conflictos internos, así como la gran variedad étnica. Éste es el caso de Checoslovaquia, Austria o Yugoslavia. Y en tercer lugar podemos nombrar la existencia de una élite aristocrática y un ejército que, después de la democratización de sus países, siguieron teniendo un importante peso en la política.

Pero, ¿Cuáles fueron los países que establecieron un régimen dictatorial?
Empezaremos a hablar por los países del este y sureste. Según el historiador  Gregory M. Lubbert, en estos países existía una élite campesina que pretendía defender sus intereses tradicionales. Además de una potente burguesía urbana y de una clase obrera débil. Este último factor nos es muy interesante. El hecho de que no existiese una organización obrera lo suficientemente fuerte impidió la creación de una voz contraria a los regímenes. De hecho, en muchos de estos países, se apoyó la creación de sindicatos, aunque restringiéndolos.
Según Julián Casanova, tenemos que hablar de países generalmente atrasados.

El primer país que convirtió su democracia en un estado dictatorial fue Hungría, en 1919. Hungría había intentado en 1918 una revolución comunista, imitando a la rusa, pero el golpe de estado de Miklós Hathy acabó con sus ilusiones. Hungría, además, fue el país que más población perdió durante la Gran Guerra. Y eso no es todo, sino que la élite aristocrática y militar habían mantenido la hegemonía en la política, factores que facilitaron el golpe de Estado. El gobierno de Miklós permaneció hasta 1944.

Parecido es el caso de Polonia que en 1926 vivió un golpe de Estado en la persona de Joseph Pilsvdski, el cual estableció una dictadura militar que permaneció hasta las invasiones rusa y alemana del 1939.

En los países de los Balcanes, núcleo de tensión, nació un país muy dividido interiormente, Yugoslavia; y donde la tradición democrática era prácticamente nula, el ejército se encontró con poca oposición.
En Albania la dictadura llegó en manos de Ahmed Bey, un terrateniente que impuso su poder. En Yugoslavia llegó en 1929 en manos de Zogu, en Bulgaria en 1935; y en Romanía en 1936 Carol se autoproclamó rey de Romanía.
El caso de Romanía es interesante ya que el hecho de proclamarse rey, y como consecuencia ligarse a Dios es un hecho de legitimización.




En Grecia, después de unas elecciones en el año 1923 en las cuales ganaron los partidos republicanos, el rey Constantino tuvo que huir. Es un caso similar al sucedido en España el 1930 con el rey Alfonso XIII. Como consecuencia, en Grecia aparece la República, pero arbitrada por el ejército, hasta que en 1936 Ioannis Metaxa suspende la constitución, e imitará los estados balcánicos.

Como hemos visto, el hecho de que una élite militar apoyada por una aristocracia potente y sin una oposición obrera bien organizada se repite. En el norte, donde la democracia aparecía por primera vez lo volvemos a encontrar.
En el año 1926 hubo un golpe de Estado en 1926 que acabó con la efímera democracia del país; 8 años más tarde el presidente de la República de Letonia acogerá en su persona todos los poderes del estado; y en este mismo año la democracia acabó en Estonia.

Hemos hablado de hasta 10 países del este de Europa donde la democracia entre 1919 y 1936 desaparece por regímenes dictatoriales. A continuación nos dirigiremos a países centroeuropeos.
Checoslovaquia, país que había nacido a raíz de la desaparición del Imperio Austrohungarés en 1919, demostraba dificultades por su división interna. No obstante, fue de los pocos países que durante el periodo de entreguerras  mantiene su estado republicano y democrático.
Aunque posteriormente vivió la invasión de la Alemania de Hitler, igual que Austria que fue anexionada por Alemania.

Si miramos hacia la Península Ibérica, encontramos a Primo de Rivera que se mantuvo en el poder, bajo la monarquía de Alfonso XIII entre 1923 y 1929. Y después de una efímera II República, el golpe de Estado de Francisco Franco en España en el 1936 triunfó.
En Portugal triunfó un golpe de Estado por Salazar, quien instauró el Estado Novo, y le aseguró el poder en Portugal hasta la Revolución de los Claveles del 1974.

Para finalizar diremos que los dos máximos exponentes de estas dictaduras fueron Alemania e Italia, en las cuales aprofundiremos en próximas entradas; y no olvidarnos en especial caso de la URSS, donde regía una dictadura, sí, un gobierno bajo una persona, pero socialista.

jueves, 3 de mayo de 2012

Aspectos Políticos I: La Conferencia de París (1919-1920)

El verano de 1918  fue testigo de los  últimos y  desesperados ataques germanos.  Sin embargo, sus  aliados estaban al borde del agotamiento militar y económico. La llegada de las tropas norteamericanas desequilibró definitivamente  la  balanza en favor  de la  Entente.  Finalmente el 11 de Noviembre de 1918,  finalizaba  la primera guerra mundial.


Meses mas tarde, el 18 de Enero de 1919, los representantes de los países vencedores se reunieron en la Conferencia de París, bajo el denominado comité de los cuatro, integrado por el presidente estadounidense Woodrow Wilson, el Premier británico Lloyd George, el primer ministro francés George Clemenceau y  el jefe del ejecutivo italiano Vittorio Orlando.


Los representantes de los países derrotados no fueron invitados a dicha conferencia de paz. Los acuerdos, duramente negociados entre los vencedores y concretados en los diversos tratados de paz, les fueron presentados como un hecho consumado al que simplemente debieron plegarse.

TRATADOS DE PAZ

EL TRATADO DE VERSALLES. Fue impuesto a Alemania por Francia, Inglaterra, EEUU e Italia. Alemania, Austro-Hongria y el Imperio Otomano, no participaron en este tratado, ya que se la consideraba la causante de la guerra,  pero en cambio Francia e Inglaterra, dos naciones que declararon la guerra a Alemania, si que lo hicieron.
El armisticio entre los aliados y alemanes fue firmado en un vagón de tren, en el bosque de Compiègne el 11 de Noviembre de 1918.
El pago final que se acordó fue de 59,5 millones de libras esterlinas, una deuda demasiado agobiante para una nación que había perdido la guerra y que sentaria las bases para el comienzo de otra.  



      Aspecto militar: Versalles obligo a Alemania a reducir su tonelaje de su flota marina. También se le prohibía el la conspiración de nuevos reclutas y el numero de miembros de sus fuerzas armadas quedaba limitado a 100.000. Alemania no debía tener ninguna base militar, ni siquiera puesto de observación a lo largo de sus fronteras.


-   Aspecto económico: Como responsable de una guerra iniciada por su agresión Alemania se vio obligada a asumir el coste total de la guerra y a indemnizar a los vencedores. En la Conferencia de Spa (1920), se fijo el porcentaje que recibiría cada país del total. Y en la Conferencia de Londres (1920), se fija el coste total de las reparaciones.

      Aspecto territorial: Versalles supuso un gran golpe para el territorio Alemán.
Alemania  fue  obligada  a ceder  las provincias  prusianas  de Posen  y  Prusia  occidental  a  Polonia. Así, Polonia   tuvo  salida  al  mar  Báltico  formando el   famoso  pasillo  polaco  que aisló a Prusia  del resto  de Alemania. 
- Checoslovaquia recibió la alta Silesia.
- Francia recupera Alsacia y Lorena.  
- Eupen y Malmedy pasan a manos de  Bélgica
- Danzig y Memel, poblaciones germanas del Báltico, fueron declaradas ciudades libres.
- Dinamarca se anexiona el norte de Schleswig-Holstein.
- Alemania pierde todas sus colonias, que son repartidas como mandatos de la Sociedad de Naciones entre el Imperio Británico y Francia. Bélgica y Japón se anexionaron territorios muy pequeños.
- Perdió, a favor de Francia, todas sus minas de carbón, para así poder afrontar los 45 millones de toneladas de carbón con los que debía de satisfacer a los vencedores.



El Tratado de Versalles tuvo como consecuencia directa la hiperinflación y la hambruna que sufrió el pueblo alemán en la década de los años 1920. La principal causa de este hecho fue la necesidad de hacer frente  a las indemnizaciones fijadas por los vencedores.
La mayor parte de los pagos se efectuaron emitiendo dinero sin límite. En 1923 franceses y belgas invadieron el Ruhr, una de las zonas más industrializadas de Alemania como medida de presión para que ésta reiniciase los pagos que había suspendido unilateralmente. El gobierno alemán incitó a la resistencia pasiva y como compensación a los industriales alemanes que se habían visto obligados a paralizar su producción, se emitió gran cantidad de moneda. Los billetes puestos en circulación por el Estado hicieron subir los precios y la moneda sufrió un incremento de su valor nominal sin la menor correspondencia con su poder de compra real. En 1923 se llegaron a emitir billetes con un valor teórico de cientos de millones de marcos.


EL TRATADO DE SAINT GERMAIN, firmado con Austria el 10 de setiembre de 1919. En él se establecen una serie de modificaciones territoriales.
- El Imperio Austro-Húngaro desaparece, y en su lugar aparecen estados como Austria, Hungría, Checoslovaquia, Yugoslavia y Polonia.
- Austria, se ve obligada a afrontar los gastos en reparaciones de la guerra.
- También se ve forzado a limitar su ejército. La fuerzas terrestres austriacas a 30.000 hombres y prohibieron el mantenimiento de fuerzas navales y aéreas.
- Le exigieron un gran nombre de indemnizaciones, que jamás se llegaron a pagar.
- Prohibición del Anschluss con Alemania.




EL TRATADO DE TRIANON. Firmado entre los Aliados y Hungría el 4 de Junio de 1920. Tras la firma de dicho tratado, el mapa Europeo quedaría modificado con los estados que debían de remplazar el antiguo reino de Hungría, después de la desaparición, con el tratado de Saint Germain, del imperio Austrohúngaro. La firma del tratado, impuso a Austria limitaciones el en ejercito y el pago de las reparaciones de guerra.




EL TRATADO DE NEUILLY. Firmado con Bulgaria el 27 de Noviembre de 1919.
-    De acuerdo con lo estipulado en el tratado, Bulgaria reconocía el nuevo Reino de Yugoslavia, pagaba 400 millones de dólares en concepto de indemnización y reducía su ejército a 20000 efectivos. Además, perdía una franja de terreno occidental en favor de Yugoslavia y cedía Tracia occidental a Grecia, por lo que quedaba sin acceso al Mar Egeo.
-     Se veía obligada a afrontar las reparaciones de guerra.
-     Y su ejército, igual que en los otros casos, quedo limitado.



EL TRATADO DE SÈVERES. Firmado el 10 de Agosto de 1920 en la ciudad de Sèveres, Francia.  El Imperio Turco, por el Tratado de Sèvres quedó reducido territorialmente a la península de Anatolia (Asia Menor) y solo conservó en Europa la ciudad de Estambul.
Reparto de las posesiones del Oriente Medio entre Francia (Siria, Líbano) y Gran Bretaña (Palestina, Irak) en la forma de mandatos de la Sociedad de Naciones.
Las fuertes pérdidas territoriales en Anatolia y Tracia estipuladas en Sèvres son anuladas en el tratado de Lausana (1923) tras la victoria turca en su guerra contra Grecia (1919-1922). Turquía quedó reducida a la península de Anatolia en Asia y a la región en torno a Estambul en Europa.




VÍDEOS DE LA ENTRADA: LA CONFERENCIA DE PARÍS (1919-1920).


martes, 24 de abril de 2012

Economía en el periodo de entreguerras


Los procesos económicos durante la etapa de entreguerras influenciaron gravosamente los regímenes políticos y el grueso de la sociedad para acabar desembocando en la oleada totalitaria europea, tanto del este como del oeste, con sus diferencias provenientes de una historia troncal dividida en múltiples fragmentos. Europa occidental no es Europa oriental.
El continente Europeo, recién perdida la Primera Guerra Mundial, experimentó un profundo retroceso económico que influyó políticamente al resto del mundo, marcando la preponderancia de los EEUU en el contexto de pérdidas coloniales, hechos que, a su vez, propiciaron el aislamiento de las potencias “aliadas hacia una autarquía financiera y productiva”, abandonando a su suerte varios países de reciente gestación o de tradición agrícola.
El caos de la Guerra Civil europea ayudó al ascenso de los EEUU como creditores durante el conflicto y como prestamistas en la reconstrucción. En muchos casos éstos de carácter privado y, por lo tanto, de pagamiento imperativo pese a la falta de liquidez. La coyuntura económica y la destrucción europea agilizó el auge de centros económicos independientes de la antigua metrópolis europea, además de impulsar el movimiento obrero con aspiraciones revolucionarias desde la revolución de Octubre de 1917 en Rusia, y que colapsó económicamente Alemania mediante huelgas y motines hasta que fue obligada a firmar la paz. La desproporción de la inflación y la deflación, además de la inestabilidad monetaria, por ejemplo en Polonia circulaban 4 monedas en 1919, se sumaron a la destrucción de las infraestructuras continentales y a la muerte de jóvenes en edad productiva. Todas estas causas crearon una inestabilidad económica dantesca que el modelo liberal-capitalista no pudo hacer frente.
La incapacidad del sistema se tradujo en la incapacidad de las democracias de partido, pues éstas eran las máximas representantes del sistema que comenzaba a ser contestado y que el retorno liberal previo a la 1ª Guerra Mundial a cargo de los EEUUU y las antiguas potencias coloniales, acabó por destruir las estructuras económicas y políticas de los estados más dependientes de la ayuda externa para la propia reconstrucción: los estados del este.
Cuando Lloyd George, ministro de asuntos exteriores británico, y Arish de Briand, ministro económico francés, definieron el este de Europa como “necesitado y dependiente” de occidente se plasmó la paradoja de una Europa aún enfrentada y que terminaría embarcándose en una segunda contienda mundial. Los bancos occidentales no prestaron recursos ni capital para la reconstrucción del este. Tampoco los estados de la recienmente creada Sociedad de Naciones fueron capaces de emanciparse del sistema liberal, el cual promulgó a lo largo de entreguerras la mínima intervención estatal en la esfera económica. La reconstrucción y reparación lidiaba con el egoísmo de. El este se trastocó en el Tratado de Versalles, el cual es chivo expiatorio de aquellos que vinculan la 2ª Guerra Mundial solamente a la distribución europea del tratado. Versalles fue el pico de la poca previsión aliada, un símbolo más de la persecución de la liebre de la recuperación económica y de prestigio político entre antiguas rivalidades y un modelo económico poco capaz.
Pese a algunos reajustes presupostarios dirigidos desde la SN, como es el caso de Austria Estonia, Hungría o Grecia, los bancos europeos de íntegra naturaleza privada no aportaron nada para la recuperación económica. Alemania se desplomó entre vonculsiones políticas y sociales debido a las grandiosas reparaciones de guerra a la que la sometieron, en su mayoría hacia su rencoroso rival, Francia. La destrucción alemana hacía imposible el pago de las indemnizaciones y Francia procedió a la invasión de la zona industrial del Ruhr, en dispura por su importante industria desde finales del siglo XIX. El estudio de la invasión da a conocer las verdaderas intenciones de Francia, preocupada por sí misma y no por la paz económica y su traducción pol´ñitica: Europa pendía de un hilo y la reconstrucción era imposible por sí sola. Solamente la gestión de EEUU neutralizó, aunque a duras penas, el conflicto en el Ruhr, viéndose en 1923 la belicosidad en las relaciones con Alemania que se mantindrían hasta finales de la Guerra Fría.
En la Conferencia Económica Internacional de Ginebra (1927), Francia propuso la Unión Económica Europea, mayormente por la perspectiva de ella misma arruinada, pero que ni los EEUU, en su aislamiento económico, ni GB, sin voluntad de alejarse de su imperio colonial por los restos de la moribunda Europa, dejaron fructificar. Este hecho se vincula a la Europa incapaz y dependiente, de la paradoja de la recuperación económica, la cual no posee ni la voluntad necesaria ni el interés privado que requería el sistema liberal para financiarla. Estos condicionantes exigieron a Francia el intento de cooperar, y a Gran Bretaña el centrarse en su imperio colonial, en declive. El aislamiento al que las democracias occidentales de sometieron grantizó un cierto control de la situación entre los años 25 y 29; aunque el olvido del este y de los perdedores de la 1ª Guerra marcó la devastación económica que perdurará hasta la 2ª GM, aunque la mayoría de veces se olvide.                
Mediante el control de la moneda y el paulatino retorno al patrón oro, Fr, Gb y la Italia de Musolini recobraron la confianza de la inversión privada, atorgando liquididad y circulación monetaria para el dinamismo económico. Los tres países eran profundamente proteccionistas, y aunque los números de productividad y crecimiento sean positivos en estos 4 años, el nivel es muy inferior al anterior de la 1ª GM debido a un crecimiento de las tasas para la producción de productos propios y bienes básicos de consumo que otros centros extraeuropeos empezaban a exportar en masa, por ejemplo la Índia. Otro punto de la Europa de entreguerras que impidió su recuperación fue la voluntad de la burguesía conservadora, en parte debido al miedo al comunismo, de volver a la Europa de antes de la Gran Guerra, olvidando que el impedimiento de cambio de los paradigmas económcios conllevaría una evolución política como la que se llevó a cabo en los países más afectados por la destrucción económica. La falta de inversión en el este bebe de esta fuente. En Weimar se realizaban inversiones y se financiaron préstamos a corto plazo y privados, los cuales inestabilizaban una economía ya de por sí fluctuante. Muchas inversiones se evitarían por miedo a la influencia comunista de Weimar (espartaquistas). El contexto económico influenció la desmembrada Alemania. Las reparaciones eran imposibles de pagar porque no se invertía en infraestructuras e industria, hecho que a su vez mantenía la balanza económica negativa y alimentaba la crispación social, omitiendo más inversiones. La poca previsión de occidente al no suprimir las reparaciones de guerra, o aliviarlas, fuera por rivalidad o por egoísmo, hizo que el desplome de Europa del este fuera continuado y, en la mayoría de los países, indicador que la forma tanto de gobierno como de estructurar la economía de Occidente impedí a la recuperación económica. Las nuevas fronteras promulgadas desde Versalles, las cuales desmantelaron los imperios austrohúngaro, otomano y el segundo Reich alemán, separaron núcleos productivos y sectores de producción totalmente diferenciados, debilitando el antiguo comercio interior de los imperios y creando unas nuevas estructuras administrativas que pronto se percataron del error cometido al dividir los territorios, los problemas de los cuales aún se observan hoy en día. Un ejemplo es el caso de Checoslovaquia y el de Ucraïna. Mientras el primer país alcanzó el patrón oro en 1931 debido a su floreciente industria de los Sudetes, Ucraïna creada entre Europa y Rusa cmo un cojín teñido de aires anticomunistas, era preeminentemente agrícola, y en muchas de sus zonas la producción sobrepasaba escasamente el autoconsumo. Ucraïna nunca estabilizó su moneda y fue imposible de crear una unidad nacional alrededor de la nueva administración.
Cuando se sucedieron el jueves, el lunes y el martes negros se confirmó la incapacidad de Europa de frenar la caída económica mediante el aislacionismo y la no intervención del gobierno. Se reafirmaron las dinámicas, intactas, desde el final de la 1ª GM. El liberalismo finalizó al otro lado del Atlántico sumergiéndose EEUU en una depresión que no finalizaría hasta el estallido de la 2ª GM. Los créditos americanos y las inversiones de privados emigraron del Viejo Continente, imposibilitando cualquier tipo de liquididad financiera de la mayoría de bancos europeos, ahora obligados a cerrar. Se devaluaron las monedas de los países en vías de recuperación a la vez que las fronteras comerciales se alzaban como muros entre Europa Oriental y Europa Occidental, mucho antes que el muro de Berlín Europa yacía dividida.
Aumentó el paro, el consumo y la pobreza se generalizó. El capitalismo como sistema económico soportado por la ideología liberal hizo estragos en Oriente: los precios bajos debido a la devaluación de las monedas hicieron que muchos campesinos, pues la economía del este era preeminentemente agraria, destruyeran el excedente de producción que antaño les había proporcionado un comercio local. El sistema económico y el gobierno eran incapaces de encontrar una solución y para mucha gente las sombras de éste hecho hicieron que la caída europea, la cual a menudo se vincula de modo simplista al Crack del ’29 o al Tratado de Versalles, pero que llevaba más de 10 años de trayectoria descendiente, pareciera no tener fin. 

domingo, 11 de marzo de 2012

Introducción

Para empezar, diría que el título de este blog resume de forma bastante clara sobre qué tratará. Somos un grupo de estudiantes de la universidad Rovira i Virgili de Tarragona, que intenta hacer un análisis de un tema de capital importancia para la historia contemporánea: la crisis de las democracias en la Europa de entreguerras (entre los años 1919 y 1939), analizando sus causas, sus precedentes y sus consecuencias.
Primero de todo nos tenemos que centrar en el significado de la palabra crisis, según el Instituto de Estudios Catalanes una crisis es una fase circunstancialmente difícil que atraviesa una persona, una empresa, una industria, un gobierno, etc. En el contexto que la hablaremos, crisis hace referencia a un periodo histórico donde las democracias quedan completamente incapacitadas, y donde se necesita una renovación de este sistema.
En las siguientes entradas intentaremos analizar desde todas las vertientes posibles que llevó a Europa a la decadencia sufrida en los años 30, y cómo esto acabaría desembocando en todos los conflictos bélicos que tuvieron lugar en Europa y en los escenarios internacionales de la Segunda Guerra Mundial .
Veremos la gestión socioeconómica del tratado de Versalles, y como el mal uso de esta, acompañada de la incapacidad de las nuevas democracias establecidas en los nuevos países nacidos en estos tratados no fueron capaces de hacer frente a los enormes problemas a los que tuvieron que hacer frente. Como la mala gestión de una Europa que era incapaz de sobrevivir sola desembocó en una serie de conflictos sociales y políticos, y como estos países encontraron una vía de escape en regímenes autoritarios, que daban una estabilidad superior que aquellas nuevas democracias queles habían sido importadas por parte de los países vencedores de la Primera guerra mundial.
Veremos que se trata de un período histórico donde todos los ideales democráticos nacidos en los movimientos revolucionarios burgueses de la Revolución francesa caen en la duda, y de donde no saldrán hasta la actualidad, ya que se puede decir que la democracia sigue en la misma crisis que hace 80 años.En las siguientes entradas nos dedicaremos a analizar punto por punto que fue esta crisis y todos sus aspectos, para dar una visión más amplia de qué pasó, cómo pasó, y cuál fue el alcance real que tuvo esta crisis.